En el caso de la Región del Maule, el estudio POC 2024 ahondó sobre los clasificadores de
alimentos, inspectores de calidad y panaderos, y permite elaborar políticas públicas de
reconversión laboral, capacitación y mitigación de impactos.
Las transformaciones del mundo laboral de la mano de la tecnología llegaron para quedarse.
Así lo demuestra el reciente Estudio de Profundización de Ocupaciones (POC), impulsado desde la
Subsecretaría del Trabajo y desarrollado a nivel nacional por los Observatorios Laborales Regionales,
el cual logró identificar los riesgos, oportunidades y necesidades de formación en un total de 39
ocupaciones, muchas de ellas presentes en el territorio maulino.
El estudio ofrece evidencia para elaborar políticas públicas de reconversión laboral, capacitación y
mitigación de impactos negativos derivados de la automatización, el cambio climático y la
informalidad laboral.
“Este estudio es clave para diseñar políticas públicas que respondan a la realidad del mercado
laboral. Nos permite anticipar tendencias, focalizar esfuerzos de capacitación y fortalecer la
empleabilidad en sectores estratégicos”, señaló la Seremi del Trabajo, Previsión Social del Maule y
Familia, Maribel Torrealba, agregando que “Hacemos un llamado a los centros de formación,
empresas y actores del mundo del trabajo a revisar el catálogo digital y adaptar su oferta formativa y
de contratación a las competencias del futuro”, indicó.
El Observatorio Laboral del Maule (OLM) tuvo un rol clave en el aterrizaje local del POC,
concentrando su análisis cualitativo en tres ocupaciones de interés regional como son los
clasificadores de productos agropecuarios, los inspectores de calidad no alimenticia y los panaderos.
Sobre este trabajo y resultado, la directora del OLM, Irma Carrasco, destacó que “Se espera que
todos los actores tengamos un rol más activo, articulando el desarrollo productivo con la formación
de personas, para reducir brechas de competencias y mejorar la empleabilidad, especialmente en
atención de los grupos sociales que menor participación tienen en la fuerza de trabajo”, explicó,
subrayando el valor que significa esta información para planificar con mirada territorial.
A nivel país, el estudio constata que muchas ocupaciones están profundamente vinculadas al uso de
materias primas, lo que las hace sensibles a los cambios medioambientales. Además, la diversidad
territorial de Chile implica que ciertas ocupaciones tienen mayor pertinencia regional que nacional.
Resultados en el Maule
Los resultados en la región muestran que, si bien la incorporación de tecnologías ha mejorado las
condiciones laborales desde una mirada general, al mismo tiempo ha generado mayores
posibilidades de reemplazo de personas por maquinarias.

“Se levantaron 18 entrevistas distribuidas entre empleadores y trabajadores de estas ocupaciones,
lo que nos permitió comprender en profundidad cómo se ha transformado la dinámica laboral en los
últimos años”, complementó el profesional del OLM, Alberto Vera, quien estuvo a cargo del estudio
en la región.
Un claro ejemplo son los clasificadores de alimentos, quienes han visto transformada su labor
tradicional debido a la irrupción de máquinas que analizan frutas por tamaño, color y defectos. En el
caso de los panaderos, las maquinarias permiten una producción masiva con menor intervención
humana, mientras que los inspectores de calidad ahora operan con parámetros digitales y equipos
de medición avanzados.
“El clasificador de alimentos es, por lejos, la ocupación más expuesta a la automatización en el
Maule. Cada temporada se contrata menos gente en los packing y la labor está más simplificada.
Además, el carácter estacional y de baja calificación de este trabajo lo hace más propenso a la
informalidad”, advirtió el especialista del OLM.
Para revisar el estudio completo y las fichas por ocupación por región, puedes visitar
www.subtrab.gob.cl/poc

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